Algunos de nosotros todavía vivimos como un pesar el que uno de nuestros hijos lleve gafas… Y eso no está bien.
Está claro que el necesitar una corrección visual no es un regalo, pero también es cierto que -hoy en día- el llevar gafas ya no es la tortura que fue en el pasado. Porque también en el ámbito infantil las gafas se han convertido en un complemento de moda que no es preciso esconder, sino escoger con cuidado para que tu hijo se sienta a gusto, para que se sienta guapo con ellas.
Aquí tienes cinco consejos para escoger las gafas ideales para tus hijos:
- No escojas por ellos. Deja que elijan, atiende a su estilo y preferencias. No huyas del color ni de lo extremado si es lo que les llama. Sólo así las llevarán a gusto y con orgullo.
- Si son pequeños y movidos, opta por una gafa de silicona o acetato que sea resistente.
- Es importante que las gafas le resulten cómodas, sólo así las llevará el tiempo necesario sin dificultad. Presta especial atención a su tamaño y a que el puente de la gafa le apoye bien en la nariz.
- Opta por las varillas con flexo si no quieres sufrir constantes roturas. Los niños son niños, y no se les puede exigir el cuidado de un adulto. Así que hay que ponerles todas las facilidades para que sus gafas soporten su «ritmo» y forma de hacer.
- Las lentes, mejor que sean:
- orgánicas (que pesan menos y no se rompen)
- endurecidas (para que se rayen menos)
- antirreflejantes y con protección contra la luz azul de las pantallas.
Si sigues estos sencillos consejos, verás cómo el llevar gafas no sólo no resulta una pesada carga para tus hijos sino que -incluso- les hará ilusión lucirlas ante sus amigos y compañeros.
Y un último consejo, éste para padres: cómprale unas gafas de repuesto… Te evitarás más de un susto. Porque los niños, niños son.
12 enero,2018